Acabamos de arrancar* en otro de nuestros clientes.
Han sido días muy duros e intensos, donde tenemos que pulir mil detalles y prestar toda nuestra creatividad y flexibilidad para resolver los problemillas de última hora.
Dos semanas trabajando una media de 10-11 horas diarias, con picos este pasado fin de semana de 15-16 horas en ambos días. Todo el esfuerzo que sea necesario para que el 99% de los detalles estén cubiertos.
Hoy, por fin, después de 2 rigurosas e intensas semanas, parece que la situación se estabiliza. Curiosamente, no tengo la sensación de ver, sino de construir la luz al final del túnel.
*poner en marcha un sistema productivo en una empresa