La gestión de personas es uno de los retos más habituales a los que debe enfrentarse todo director de un proyecto. Se trata de un ámbito que resulta fácil de comprender pero muy difícil de dominar.
En ocasiones liderar personas requiere la difícil labor de distribuir adecuadamente las tareas entre los miembros de su equipo de trabajo, gestionar las particularidades de cada uno y, en definitiva, tratar de sacarle el máximo partido a todo el talento disponible.
Dentro de la gestión de recursos humanos, hay numerosas teorías y principios que pueden resultarles útiles a un director de proyectos: Maslow, McGregor, Tuckman,… Recientemente, me basé en una de ellas, la teoría de Roles de Belbin, para colaborar en el segundo número de la revista Proiectus.
Básicamente, la teoría de Belbin define 9 roles de equipo. Un rol es un conjunto de comportamientos, un patrón bien definido, distintivo y que suele reaccionar de una forma determinada ante la misma circunstancia. Debido a que un rol es un conjunto de características personales, posee una serie de fortalezas y una serie de debilidades (algunas de ellas son permitidas y otras no deberían tolerarse).
Es importante destacar que la teoría de Belbin no trata de decirnos que algunos roles sean mejores que otros, sino que una adecuada combinación de los mismos es la que produce equipos de alto rendimiento, con resultados sobresalientes.
Pero es más… lo que resulta especialmente interesante de dicho estudio es que en lugar de analizar el comportamiento o la actitud de cada persona como un ente aislado, Belbin se centró en estudiar cómo interactuamos con otras personas cuando poseemos un objetivo común. Podríamos afirmar que no se trata de un análisis de personalidad, sino un estudio conductual de cómo trabajamos con los demás. Se trata, por tanto, de una investigación extremadamente interesante para cualquier director de proyectos.
Generalmente, un director de proyectos no puede conformar el equipo de trabajo en base únicamente a sus deseos. En cambio, la gran mayoría de las veces se encuentra con un equipo de personas ya asignadas, cuyo trabajo requiere ser coordinado. Pero qué duda cabe que un conocimiento adecuado en el ámbito de recursos humanos, como los roles de Belbin, le permitirán obtener el mayor rendimiento posible, prevenir conflictos entre sus miembros y delegar eficientemente.
Si lo deseas, puedes consultar tanto dicho artículo como la revista completa en este enlace.
Imagen bajo licencia Creative Commons. Fuente: Unhindered by Talent