Enfoque positivo

Hay mil formas de hacer las cosas. Hay multitud de maneras de ver y apreciar las situaciones. Hay infinidad de colores, y creo que esa diversidad es una de las mejores cosas que te muestra la vida.

Pero, generalmente, todas las formas de enfocar una situación o de hacer las cosas pueden resumirse en dos vertientes: construir o destruir.

Construyes cuando ves una oportunidad ante un problema, cuando das aliento al que trabaja contigo para ser mejor, cuando valoras el trabajo ajeno, cuando eres capaz de intuir dónde está el sol más allá de las nubes que lo tapan, cuando hablas más del futuro que del pasado.

Destruyes cuando sólo piensas en ti mismo y en tus problemas, cuando no eres capaz de aportar nada positivo a nadie, cuando empiezas las frases con ‘yo y mis necesidades’, cuando siempre encuentras el obstáculo para cualquier idea, cuando piensas más en el ayer que en el mañana.

Sumas al construir.

Restas al destruir.

Es buena idea realizar una seria reflexión sobre este tema y tomar una decisión, porque generalmente muchas personas bailan continuamente entre una vertiente u otra. Y claro, luego se sorprenden porque apenas tienen, cuando no se han dado cuenta que estar constantemente sumando y restando termina dando una cantidad cercana a cero.

Yo ya he tomado una decisión, acerca de cuál es mi enfoque. Y trabajo diariamente en ello. Me recuerdo diariamente de cuál es el tipo de acción que quiero tomar.

Lo mejor de este enfoque es que puedes ponerlo en práctica en cualquier momento (aunque qué mejor instante que ahora mismo), en cualquier ámbito (en tus relaciones personales, a nivel familiar, con tu pareja, a nivel laboral) y a cualquier escala (en pequeños gestos o con grandes cifras).

Como seguramente querrás ver un ejemplo de cómo aplicar un enfoque positivo, te propongo una lectura rápida de estas dos páginas:

• http://josekblog.blogspot.com/2009/01/despidos-despidos-y-ms-despidos.html
• http://www.elblogsalmon.com/2009/01/23-que-hacen-en-toyota-durante-la-crisis

Te animo a sacar tus propias conclusiones.

Y ahora, te toca a ti. ¿Qué enfoque quieres utilizar? ¿Eres realmente constructivo? ¿Estás yendo realmente a donde quieres ir?

¿Sumas o restas?