3 de julio de 2010. Millones de personas están pendientes de las imágenes de televisión que se emitían en ese momento. Dos países en vilo ante dos personas que enfrentaban sus capacidades en un evento deportivo. Miles de esperanzas y ruegos, manos apretadas y ojos ampliamente abiertos, expectantes ante el inminente resultado…
Suerte es lo que sucede cuando la preparación y la oportunidad se encuentran y fusionan.
Voltaire
Muchos pueden decir que fue suerte, y es posible. Muchos pueden decir que la parada fue una buena decisión tomada en el último momento, y también es posible. Muchos en cambio preferirán pensar que en realidad fue un error del delantero.
Lo que yo personalmente sí tengo claro es que, si en ese momento hubiera sido yo el encargado de detener ese balón, hacerlo hubiera sido remotamente improbable. Y que la probabilidad fuera alta o baja depende únicamente de si hubiera estado preparado o no.
Indudablemente, Iker Casillas estaba preparado para ese momento.
Pero lo cierto es que si hubieras cambiado a alguno de los dos protagonistas de ese momento, tal vez hubiera sido muy diferente. Porque, más allá de las capacidades de cada uno, la muestra del talento radicó en que Casillas se había preparado para detener un lanzamiento de Cardozo.
Casillas paró el disparo el pasado sábado, pero realmente se había preparado para esa parada durante todo el día. Se preparó cuando hablaba con Pepe Reina y éste le comentó sus experiencias previas con ese jugador. Casillas lleva preparándose toda la semana pasada. Lleva prepárandose meses completos.
Se preparaba cuando entrenaba y le dolía. Se preparaba cuando tenía días malos y aún así daba todo lo que podía dar. Se preparaba cuando le metían goles y luego los analizaba. Se preparaba cada vez que tocaba un balón.
En realidad, lleva preparándose para ese momento desde que comenzó su carrera profesional hace 20 años.
Cuando veas una gran hazaña en una persona, o cómo se dislumbra su talento, piensa que lo que estás viendo en realidad no es un don genético maravilloso que ha sido casualmente depositado en esa persona. Realmente lo que estás viendo es el resultado de miles de horas de esfuerzo bien enfocado y concentrado.
Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.[…] Un ejército victorioso gana primero y entabla la batalla después; un ejército derrotado lucha primero e intenta obtener la victoria después.
El Arte de la Guerra, Sun Tzu
¿Qué conclusión puede obtenerse de todo esto? Una sencilla y simple. Si deseas grandes resultados, la clave está en un verbo expresado en forma imperativa: prepárate.
Totalmente de acuerdo, Toni
Un colega de la RCC
Gracias por el comentario!