La semana pasada tuve la oportunidad de asistir al “II Encuentro profesional Innovación en el Sector Turístico: Soluciones para afrontar la crisis”.
Aunque eché en falta una afluencia de asistentes un poquito mayor (tanto de empresas relacionadas con el ámbito, como empresas proveedoras), me pareció una oportunidad magnífica de favorecer paradigmas orientados hacia la innovación y la calidad, además de facilitar algo de networking.
De esa jornada destacaría especialmente:
- La conferencia “In No Va Si On en un destino de sol y playa: Ideas para el nuevo modelo“, impartida por Sergio Moreno, de la ULPGC. Me gustó la amenidad con que presentó las diferencias entre ‘economía marrón’ (basada en precio, de baja calidad, sin rigor y bajo esfuerzos minimalistas) de la ‘economía verde’ (la próspera e innovadora, basada en la excelencia, con orientación al largo plazo y al valor añadido). Creo que muchos de los comentarios y ejemplos que expuso son perfectamente extrapolables a otros ámbitos y sectores profesionales.
- La conferencia “Aplicación de las nuevas tecnologías y prácticas sostenibles en la gestión hotelera“, impartida por Pablo Lorenzo, Director de Inversiones y Tecnologías de Lopesan Hotel Group. Especialmente destacaría las estrategias exitosas a nivel de ahorro de costes energéticos que presentó el ponente, y su tremenda habilidad para mantener el interés del auditorio durante toda la sesión sin ninguna ayuda audiovisual (sin presentaciones multimedia ni recursos, al método clásico pero con mucho, mucho estilo).
- El taller “Entrenamiento para la innovación: Trabajar en Cluster: Cooperación empresarial e integración de la cadena de valor“, impartido por Rafael Mesa, de Mesa y Sierra Consultores. Ya tuve la ocasión de asistir a otra de sus charlas y, una vez más, no defraudó expectativas. En un tono amable, dinámico y equilibradamente cínico supo transmitir los fundamentos de los consabidos clústeres, sin por ello dejar de invitar a la autoreflexión. De las perlas que nos dejó en su charla, destaco especialmente la siguiente: “La excelencia debe empezar por uno mismo. No puedes limitarte a esperar la conversión de los inútiles“.